En el mundo todo tiene sus ciclos, la naturaleza es cíclica y nosotros, como parte de ella que somos, también.
Las estaciones van fluyendo, año tras año y en nuestras vidas podemos sentir su influjo. No lo sentimos solo a nivel físico y mental, sino a otros niveles más sutiles.
Durante el equinoccio de otoño, el día y la noche tienen la misma duración, por eso desde la antigüedad se considera un momento de equilibrio propicio para solucionar temas pendientes, organizar y reorganizar nuestro mundo interior y exterior.
El otoño es una época relacionada con el soltar, solo tenemos que fijarnos en la madre naturaleza para darnos cuenta, observar el amarillear de las hojas de los árboles y como con el sibilante viento van cayendo. En consecuencia, esta estación te invita a la reflexión, dedícate un tiempo para pensar que cosas has de soltar en tu vida, ya sean hábitos, relaciones, actitudes……..
Da una vuelta por tu casa y deshazte de aquellas cosas, objetos, que no utilices ya. Ve abriendo hueco a lo nuevo, lo que está por llegar. Abre los armarios, planta frente al apego y regala, vende, tira todo aquello que en algún momento tuvo razón de estar allí pero ya no.
Todo es energía y los objetos se impregnan de la energía del momento convirtiéndose, algunos de ellos, en pesadas cargas que sientes a niveles sutiles. Si eres una persona que se trabaja internamente y está acostumbrada a la autobservación te darás cuenta en el mismo momento en el que te halles frente al objeto en cuestión, o simplemente sentirás unas ganas irrefrenables de hacer limpieza y colocar, si no lo eres simplemente sentirás lo que te evocan, la carga pero se lo achacarás a otra cosa.
El equilibrio se encuentra centrando nuestra mente en el presente y nuestro hogar es una prolongación de nosotros, como esta nuestra mente está nuestra casa y al revés. Llena de presente tú casa, haz hueco a lo nuevo que entra en tu vida, a lo que utilizas y forma parte de tu aquí y ahora. Eso no quiere decir que no guardes algún objeto que tenga un valor sentimental para ti, pero no ancles tu hogar en ese pasado, en el continuo recuerdo. Vivir en el pasado no deja avanzar y puede provocar depresión, al igual que mirar al futuro constantemente produce ansiedad.
Dedica un tiempo a decorar tu casa con motivos otoñales, hojas secas, frutos de la época, quema incienso, enciende velas ….eso la hará más acogedora y te ayudará a tener más presente el momento en el que te encuentras. Pasea por bosques, parques, disfruta de la lluvia, el viento, mantente conectado/conectada con la naturaleza, abraza tu nostalgia y , en definitiva disfruta.
Esta época también está relacionada con la recogida de la cosecha y en consecuencia, son tiempos de celebración. Escribe en una hoja aquellas cosas que creas has obtenido a lo largo de las otras estaciones, agradece, baila, festeja, se consciente de lo que tienes, tendemos a vivir en la carencia y muchas veces no nos damos cuenta de lo afortunados que somos. Recuerda que atraes en función de lo que vibras, así que vibra en agradecimiento y abundancia.
Resumiendo, suelta, ábrete a recibir, celebra y sobre todo disfruta y se feliz en cada momento.
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